Hace unos días la Ministra de la Mujer anunció la presentación de un Proyecto de Ley para proveer de sala cuna universal para que las mujeres, en su mayoría, puedan acceder al mundo laboral, considera a las trabajadoras dependientes e independientes, incluidas las trabajadoras de casa particular. Si bien nadie podría desconocer la importancia de avanzar y reconocer derechos para las mujeres trabajadoras, en este proyecto en particular se entrecruzan derechos, ideologías y sentidos profundos respecto al slogan que el actual gobierno declara en torno a la infancia: los niños primero, en primera fila.
Dos organizaciones serias, conocidas a nivel nacional, como lo son Educación 2020 y el Colegio de Educadoras de Chile han planteado algunas interrogantes y alertas sobre la propuesta de sala cuna universal.
En particular, Educación 2020 nos plantea 5 aspectos a considerar: Retorno del copago y la segregación educativa en la infancia; La sala cuna de buena calidad es un derecho de la niñez; El acceso sin calidad es peor que no ir a sala cuna; Nuevo modelo educativo para la educación inicial; y La trayectoria educativa de los lactantes. Cada una de estas alertas nos lleva a cuestionar por qué este gobierno, que declara que los niños deben estar en primera fila, presentará un proyecto que no tiene relación con la avanzada Reforma en Educación que se venía desarrollando en todos los niveles del sistema educativo.
Respecto de primera infancia, entre 2017 y este año, se instaló el Sistema de garantías de los derechos de la niñez, la Subsecretaria de la niñez y la defensoría del niño, además de la instalación del Instituto iberoamericano de Primera Infancia en Chile, sin considerar que hace años ya se había instalado el Chile Crece contigo , además del gran aumento de cobertura con nuevas salas cunas y jardines infantiles de JUNJI e INTEGRA, la Superintendencia de educación parvularia, las nuevas Bases Curriculares, entre muchas otras iniciativas en favor de la Educación de la Primera infancia.
Claramente la mirada respecto de la infancia es distinta, el enfoque de derechos y buen trato, que guiaron el desarrollo de las políticas de ambos gobiernos de la ex Presidenta, no tienen relación con la actual mirada que nos lleva y retrotrae a una mirada asistencial de la primera infancia.
De las alertas que hace Educación 2020 una de las que más llama la atención, es la del retorno al copago y la segregación. El estado entregará un monto de $245.000 al empleador para el pago de la sala cuna. En la región de Magallanes el costo de atención de un lactante es de app. $324.000, en una sala cuna de calidad, con profesionales, capacitación, supervisión y asesoría, alimentación de calidad y otros requisitos. La pregunta es, si ya se avanzó en el fin de la selección el copago y el lucro en los otros niveles educativos, ¿por qué se pretende implementar este sistema en Educación inicial? ¿Quién garantizará que esta política de Sala cuna Universal no sea un nuevo negocio?
Lo mejor para la primera infancia chilena sería que se retomara la política de aumento de cobertura de salas cunas y jardines infantiles públicos, donde cualquier familia pueda acceder a educación Parvularia de calidad, pública, gratuita, inclusiva y de calidad.
Paola Valenzuela Pino