El desembarco
Una tormentosa navegación es la que ha acompañado al país estos últimos años, con un Capitán de Navío que aún no alcanza el puerto indicado en la carta de navegación, con claros problemas de rumbo y con maniobras que han puesto al país en diversas crisis que no se enfrentan, con la velocidad requerida o se tratan de esconder sembrando la duda o avivando otros conflictos, sin considerar a las personas y los territorios, el abandono de las tareas y funciones por vacaciones o desinterés.
La crisis migratoria es un claro efecto de la mala política pública implementada por el Gobierno actual, que no establece procesos claros y existe un abandono de las fronteras, además de limitar la regulación a los existentes sobre todo de las personas migrantes que viven alejados del centro administrativo, aumentando la xenofobia, en un territorio co – construido entre todos y todas, todos somos migrantes.
Los problemas de trazabilidad, testeo, aislamiento y limitado control de la crisis socio sanitaria hoy deja al país con los más altos índices de contagios por Covid19 ad-portas del cambio de navío. Con un limitado avance en infraestructura pública en el territorio y sin precisar politucas sociales en desarrollo local durante casi 4 años, con un Estado minimizado, no siendo un garante del bienestar, con acceso limitado y no universal a las prestaciones del Estado, la invitación es a continuar con el avance de la vacunación y mantener las medidas de autocuidado, considerando que la crisis sanitaria aún está vigente.
En Magallanes, la última visita se hizo en alta mar lo que coincide con el desembarco prematuro de los integrantes del Gobierno, desprovistos de toda rigurosidad administrativa de la gestión pública, al no considerar el interés público de las medidas que debe llevar a cabo un Gobierno para enfrentar durante su mandato, en que se debe colocar en primer lugar el bienestar integral de la población, con la eficacia y eficiencia que ello conlleva para enfrentar las crisis sociales y medio ambientales que se dan en nuestras comunidades, como el incendio forestal que avanza en las entrañas de la isla fueguina, afectando un ecosistema inigualable.
El aumento de la delincuencia y los efectos de las drogas tienen a las personas y comunidades asustadas, con una vida en caos, cada día más enrejadas, por lo que resulta fundamental aumentar el tejido social, mejorando la seguridad, comunicación y la vida en los barrios, contando con planes integrales de salud mental, reinserción social, con medidas claras para enfrentar ahora los delitos.
Lo más sombrío que le toca vivir a los chilenos y chilenas éstos últimos años es el avance de la pobreza y la desigualdad, lo que se réplica lamentablemente en toda latinoamerica, con un incremento de las ollas comunes, el crecimiento de los campamentos, y la precariedad laboral en diversos rubros, la inversión público – privada acompañada de políticas públicas es fundamental para mejorar la calidad de vida de las familias a lo largo del país y derrotar la pobreza entre todos con urgencia.
Rodolfo Cárdenas A.
Trabajador Social
Tierra del Fuego