Una caricatura fue la gota que rebalsó el vaso y llevó el caso a la justicia. El dibujo que recibieron los alumnos y apoderados del cuarto medio 2016 del Colegio Antilhue de La Florida lejos de ser una broma, fue ofensivo para Monserrat y su familia.
De acuerdo a información de La Segunda, el 3 de diciembre de 2016, la joven aparecía sólo con ropa interior, mientras el resto estaba con uniforme. Asimismo, en el anuario habían varios adjetivos denigrantes en su contra.
“Hay un video de la gala donde la productora filma el rostro descompuesto de mi hija al ver su caricatura y los insultos. Eso fue muy sádico porque no fue casualidad que la estuvieran grabando en ese momento”, dijo la madre de Monserrat.
Por su parte, el abogado Francisco Ugaz indicó que “interpusimos el recurso porque consideramos que se vulneró el derecho a la honra y la dignidad de Montserrat, no sólo por la sexualización que se hizo de ella y los epítetos de los que fue víctima, sino también porque este material físico y digital fue distribuido a todo el curso”.
Con estos antecedentes, la Corte Suprema ordenó que el colegio debe dirigirse a todos los apoderados y ex apoderados que tengan en su poder la revista y la mencionada sátira “para que hagan devolución a fin de proceder a su íntegra destrucción”.
Según afirmaron los padres y apoderados a la Corte de Apelaciones, se preguntó a los propios alumnos características de sus compañeros para incluirlas en la caricatura. Afirmaron que nunca hubo intención de sexualizar la imagen.
“Se dijo que a ella le gustaba mucho bailar, que bailaba danza árabe, que desde pequeña realizaba esa actividad, perteneciendo a una academia y por años fue parte de la publicidad que la academia exhibía, con vestimenta árabe”, explicaron.
