Institucionalidad y Dirigentes Sociales: una sociedad estratégica

Columna de Opinión desde Aysén Eva Bahamonde T.@EVAGABRIELATB Trabajadora Social

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El Patagon Domingo

Haciendo una línea de tiempo de las dirigencias sociales podemos mencionar que lejos quedaron los tiempos en que su labor era casi en su totalidad el aportar ayuda social y material, además de contención a las vecinas y vecinos. No habiéndose eliminado del todo dicha tarea, es que hoy, en el año 2018, desafía adquirir conocimientos y gestionar redes que vienen a buscar diversas alternativas de crecimiento, trabajando mancomunadamente en la planificación del desarrollo de nuestras comunidades a largo plazo.

Al existir diversos contextos locales, en cuanto a las realidades y oportunidades que se tienen para una participación social efectiva, podemos observar en el tiempo, ciertas falencias tales como; repetitivos diagnósticos, con planes de intervención a medio ejecutar, basados más bien en las voluntades tanto políticas como profesionales de quienes se encuentra en la instancia de participación.

Cada 4 años, dichas pretensiones de participación somete a las dirigencias y lxs profesionales que trabajan en el desarrollo de las comunidades a un ejercicio retrogrado e innecesario, ya que no se logran instalar las soluciones debido a lo breve de los periodos y la falta de planificación en el tiempo, tanto en los gobiernos locales, regionales y nacionales.

Algunos enfoques internacionales enfatizan que frente a la realidad actual post-movimientos sociales es fundamental y se requieren con premura cambios en las políticas locales en un nuevo escenario de transformación, como reto continuo en la actualización de las intervenciones sociales concretas que estén a la altura de responder, oportunamente, a las demandas, derechos y deberes de las personas. Lo local es el centro porque las desigualdades y falta de inclusión acontecen en contextos locales. Es acá donde las políticas sociales se unen a las ofertas de servicios sociales, que provienen de la institucionalidad ya sea pública o privada.

Para enfrentar estos desafíos, también se debe empoderar y trabajar mancomunadamente con la dirigencia, pero con altura de mira, fortaleciendo sus capacidades en diversos ámbitos; capital social, intelectual y humano en temas atingentes como: diversidad, derechos humanos, enfoque de género, violencias en su amplio espectro, capacidades tecnológicas, entre otras. Poniendo énfasis en la corresponsabilidad de cuanto nos acontece para lograr estar atentos a lo que se nos imponga como necesidad, para dejar de ser una comunidad reactiva frente a hechos que no nos deja tiempos ni reflexión para actuar, ese es el desafío final.

Este mes se celebra a la dirigencia social y es importantísimo trabajar en entregar herramientas, conocimiento y espacios de debate, es por ello positivo destacar  las escuelas y talleres que el año recién pasado realizó la  Universidad de Aysén en convenio con la D.O.S., División de Organizaciones Sociales de la Secretaria Regional Ministerial de Gobierno, para fortalecer vínculos y conocimiento, y también desde la naciente División de Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional de Aysén, en el marco de la Agenda Descentralizadora.

Sin embargo, estas acciones a lo largo del tiempo se realizan a partir de voluntades políticas y sociales no encontrándose institucionalizadas como parte del desarrollo local y fortalecimiento de su capital humano.

Fuentewww.elpatagondomingo.cl
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