Publicado en septiembre de 1977, este libro de diez cuentos ambientados en Tierra del Fuego, se inscribió como el primero en la ya extensa obra del escritor magallánico Eugenio Mimica Barassi. No sólo eso: surgía un nuevo escritor regional después de varias décadas.
El periodista y autor Osvaldo Wegmann lo corroboraba en el prólogo del libro, expresando que desde hacía muchos años no aparecían nuevos escritores, de tal manera que esta producción surgía siempre de las mismas plumas, y lo decimos especialmente en el terreno de la imaginación. No se notaba capacidad creadora en la juventud magallánica, sobre todo en el género del cuento, no obstante los intentos por descubrir nuevos valores, realizados a través de concursos. Esta situación preocupaba a quienes, durante casi cuarenta años, estamos actuando en el campo literario magallánico. No veíamos caras nuevas, ni siquiera posibilidades serias de esperanza.
Luego agrega: “El cuento que encabeza este libro no nos era desconocido. En un concurso literario, organizado por el diario “La Prensa Austral” le habíamos concedido el segundo premio…”El frasco dorado”, efectivamente, es un cuento magnífico, característico de Tierra del Fuego, donde Mimica se crió. Es la tragedia de los buscadores de oro, que con la fortuna en las manos, enfrentan el destino incierto, sometidos a los caprichos de los elementos…El contacto con los hombres de campo, además de su cultura (es gran lector), como asimismo su gran espíritu de observación, le han permitido escribir cuentos de tal factura como “Talemén”, en que cuenta la persecución de los onas por los blancos; “Gabriela”, tierno relato de corte romántico; “Una dama para Juan”, inspirado en un caso conocido por el autor: duro, cruel, pero auténtico; “Equilibrio vital”, el único cuento urbano en que demuestra gran capacidad de captación; “La cena de la discordia”, muy campesino, característico, real, con humoradas; “Con paso lento”, otro acierto, en que la carreta y los bueyes pasan a ser personajes; “Piel rojiza”, la triste e ineludible historia de un guanaco viejo en la pampa fueguina; “La promesa”, cuento novedoso, en el que pinta las faenas de la sal en la Isla Grande, y “El trampero”, un relato perfecto…”
Hoy, al salir de las prensas los primeros ejemplares de esta “Comarca Fueguina”, nos congratulamos, como si fuese cosa nuestra, recordando que hace cerca de cuarenta años, vino en tipos de imprenta nuestro primer cuento regional y hace un cuarto de siglo, acariciamos las páginas y la portada de nuestro primer libro.
La obra tuvo elogiosos comentarios de críticos como Hernán del Solar, José Ulises Valderrama, Marino Muñoz Lagos y el escritor Francisco Coloane, quién felicitó epistolarmente al autor.